Por Jorge Penedo Vilas de TEYMA
¿Cuál es la importancia de integrar a personas liberadas en el ámbito laboral? ¿Qué desafíos específicos enfrenta una empresa en este proceso?
Esta política integra la Política de Sostenibilidad de Teyma. Venimos trabajando con personal liberado desde hace más de 17 años, cuando existía el “Patronato de Encarcelados y Liberados” que funcionaba en la órbita del Ministerio del Interior.
La guía o frase inspiradora es: “Hacer el Bien mientras hacemos las cosas bien”. Esto quiere decir que para que esta política sea sostenible tiene que estar alineada con los objetivos empresariales. No tiene que ser algo ajeno a nuestras actividades normales.
En los últimos tiempos hay más instituciones y personas hablando del tema y tomando iniciativas de distinto tipo para colaborar con el objetivo de mayor reinserción laboral de las personas liberadas, al percatarse que este es un problema social que crece cada día más y provoca una fractura social cada día más notoria. Cada vez son más las personas privadas de libertad y también cada vez son más las personas que son liberadas, a cifras de aproximadamente 28 personas por día que se liberan y con una tasa de reincidencia del 70 %. En un simple cálculo si no logramos entre todos favorecer la reinserción de estas personas, ¿qué van a hacer?. La respuesta a esta simple pregunta es bastante obvia y la vemos todos los días en los informativos y en los diarios.
El desafío es poder dar más oportunidades laborales entre las empresas y alinear los objetivos de las empresas con el reclutamiento de personas liberadas para que sea sustentable y por otro lado, entiendo que el objetivo del Estado y de los ONG que trabajan con personas privadas de libertad y más aún con personas liberadas puedan prepararlos para que cuando llegue la oportunidad laboral, poder mantenerla.
De poco sirve ofrecer una oportunidad laboral a alguien que no está pronto para aprovecharla. Es más, ofrecer un trabajo a alguien que no está en condiciones -sea por falta de hábitos de trabajo o adicciones- es reforzar el paradigma de quiénes creen que no es posible volver al mundo productivo a quiénes delinquieron y por tanto contraproducente al objetivo de la inserción laboral. Es por ello crítico el trabajo previo para que esa oportunidad sea clave para la inserción de la persona liberada en forma sostenible.
¿Cómo ha abordado TEYMA la inclusión de personas liberadas en su fuerza laboral? ¿Podrías compartir algunos casos de éxito o lecciones aprendidas?
En el caso de Teyma venimos haciendo esta experiencia como comentaba antes hace más de 17 años. Para nosotros es un trabajador más, que tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones que cualquier otro trabajador. Es contratado en las mismas condiciones que correspondan a la categoría laboral que desempeña y con el tipo de contrato que corresponda para hacer esas tareas.
No hacemos distinción respecto a los demás trabajadores, va a ser evaluado igual que el resto de sus compañeros y nadie sabe -salvo que él mismo lo diga- que es una persona liberada. Por eso es importante que sean personas que estén “preparadas” para sostener el empleo. Nosotros usamos como fuente de reclutamiento para estas personas distintas ONG que trabajan con liberados, por ejemplo “Nuestros Hijos nos Esperan” o “Quebracho”, así como con la Dinali (Dirección Nacional del Liberado que está dentro de la órbita del MIDES).
La experiencia es positiva, tenemos obviamente las contingencias que tiene cualquier contratación de cualquier persona pero la ventaja es que tenemos un referente externo a la organización que nos da una ayuda adicional si pasa algo, por ejemplo ausentismo si lo hubiera.
Están trabajando personas liberadas en varias de las empresas de Teyma (Teyma Construcción y Teyma Mediaombiente) y en una de ellas (Etarey), que está a cargo del mantenimiento y la prestación de servicios de la Cárcel de Punta Rieles (UPPL1) tenemos a más de 100 personas privadas de libertad trabajando, cobrando un sueldo, aguinaldo, y todas las partidas que tiene cualquier trabajador a la vez que van generando hábitos de trabajo y formación para que cuando recobren su libertad estén en mejores condiciones de aprovechar la oportunidad laboral que les surja.
¿Qué beneficios ha observado TEYMA al incluir a personas liberadas en su equipo? ¿Cómo ha impactado esta práctica en la cultura organizacional y en los resultados de la empresa?
Los beneficios para la empresa, en particular si nos referimos a Teyma Construcción es contar con personal formado y que valora el hecho de trabajar. No todas las personas están en condiciones de aprovechar la oportunidad sea porque no les interesa o porque aunque le interese son personas que tienen hábitos de consumo de los que no han podido salir o no tienen hábitos de trabajo que les resulta muy difícil generar. Pero los que tienen realmente la voluntad de aprovechar la oportunidad son trabajadores motivados y que agradecen con su trabajo todos los días la oportunidad que se les dio pero sobre todo la oportunidad que saben mantener en mérito a su esfuerzo
¿Cuáles son los próximos pasos o proyectos que TEYMA tiene planeados en relación con la integración de personas liberadas? ¿Cómo visualizan el rol de la empresa en este ámbito a largo plazo?
Esta es una política dentro de la RSE que está sólidamente establecida. Los próximos pasos es continuar trabajando con todos los actores que tengan este tema como un objetivo, sea el Estado, organizaciones empresariales, ONG, entre otros para apoyar y sumar en todo aquello que esté a nuestro alcance. En esta línea estamos trabajando en la iniciativa de la Dinali de Red de Oportunidades y colaborando mucho con ACDE que también está trabajando en el tema.
Hay muchísimo para hacer, desde dar oportunidades laborales, apoyar con tutores a las personas liberadas, o también colaborar económicamente con los insumos que necesitan los múltiples talleres que existen y que están capacitando personas para que justamente estén en condiciones de aprovechar la oportunidad cuando les surja.